Resumen
La Gran Selva Maya de Belice representa uno de los remanentes más importantes de bosques tropicales en Mesoamérica y constituye un eslabón estratégico dentro del Corredor Biocultural que conecta México y Guatemala. Con una superficie de más de 1.6 millones de hectáreas, la selva beliceña alberga ecosistemas de gran diversidad, incluyendo bosques húmedos, sabanas, manglares, humedales y sistemas kársticos, que sirven de hábitat para especies emblemáticas como el jaguar, el tapir, el manatí, la guacamaya roja y numerosas especies de aves migratorias. Esta región no solo resguarda un patrimonio natural excepcional, sino también un legado cultural que se manifiesta en la presencia de comunidades mayas contemporáneas y en los vestigios arqueológicos de ciudades antiguas como Caracol, Lamanai y Altun Ha. El presente artículo examina la geografía, biodiversidad, población, costumbres, saberes medicinales, arte, música y danza vinculados a la selva de Belice, al tiempo que analiza los retos actuales de conservación y las iniciativas trinacionales impulsadas por México, Guatemala y Belice.
Palabras clave: Selva Maya Belice; comunidades mayas; biodiversidad tropical; patrimonio cultural; medicina tradicional; arte maya; corredores biológicos; conservación trinacional.
La Selva Maya de Belice se extiende principalmente en la región central y occidental del país, en distritos como Cayo, Toledo y Orange Walk, abarcando áreas protegidas como el Parque Nacional Chiquibul, la Reserva Forestal Mountain Pine Ridge y la Reserva de la Biosfera Río Bravo. Estos territorios forman parte de un sistema ecológico continuo con Guatemala y México, fundamental para la preservación de corredores biológicos y para la migración de especies de gran escala. La topografía beliceña es diversa: incluye montañas como las Montañas Mayas, mesetas kársticas, ríos caudalosos como el Macal, el Mopan y el Belize, así como extensas selvas húmedas que resguardan flora y fauna únicas.
La vegetación dominante está compuesta por caobas (Swietenia macrophylla), cedros (Cedrela odorata), ceibas (Ceiba pentandra), palmas y una amplia variedad de árboles frutales y medicinales. Entre la fauna destacan especies en peligro como el jaguar (Panthera onca), el tapir centroamericano (Tapirus bairdii), el águila harpía (Harpia harpyja), así como cocodrilos, manatíes en las zonas costeras, y gran variedad de aves como tucanes y loros. La Selva Maya beliceña constituye además un santuario para aves migratorias provenientes de Norteamérica, lo que refuerza su papel en la conectividad ecológica del continente.
La población indígena y mestiza de Belice, particularmente los mayas mopan y q’eqchi’ que habitan en distritos como Toledo, mantiene prácticas agrícolas de subsistencia basadas en la milpa tradicional, combinando cultivos de maíz, frijol y calabaza con la recolección de frutos silvestres, miel y plantas medicinales. El conocimiento ancestral sobre la selva incluye un profundo entendimiento de las propiedades curativas de la flora, utilizadas en infusiones, ungüentos y rituales de sanación que integran aspectos espirituales y naturales. Estos saberes se transmiten de generación en generación y continúan siendo un recurso fundamental en comunidades donde el acceso a servicios médicos modernos es limitado.
El legado cultural de la Selva Maya beliceña es igualmente relevante. Sitios arqueológicos como Caracol —una de las ciudades mayas más grandes jamás construidas—, Lamanai y Altun Ha, testimonian la grandeza de la civilización que floreció en estas tierras. En el presente, la herencia maya pervive en la música de marimba, en las danzas rituales que celebran ciclos agrícolas, en los textiles y en la cerámica artesanal, así como en festividades que integran elementos católicos y prehispánicos. Estas manifestaciones refuerzan la identidad cultural y el vínculo con la tierra, constituyendo una memoria viva de resistencia y continuidad.
Sin embargo, la Selva Maya de Belice enfrenta desafíos significativos. La deforestación, impulsada por la expansión agrícola y ganadera, la tala ilegal y la presión turística, amenazan los ecosistemas frágiles. La cacería furtiva afecta a especies clave, mientras que el cambio climático genera impactos en los patrones de lluvia y en la disponibilidad de agua. Frente a estas amenazas, el gobierno beliceño, en colaboración con comunidades locales y organizaciones internacionales, ha establecido estrategias de conservación basadas en la gestión comunitaria, la creación de corredores biológicos trinacionales y la promoción del ecoturismo sostenible como alternativa económica. La participación de Belice en el acuerdo trinacional de 2025 para proteger más de 5.7 millones de hectáreas de la Gran Selva Maya representa un compromiso histórico hacia la preservación de este patrimonio natural y cultural compartido.
La Selva Maya de Belice es, en definitiva, un espacio donde convergen la biodiversidad, la memoria ancestral y la lucha contemporánea por la conservación. Protegerla significa garantizar no solo la continuidad de los ecosistemas, sino también la permanencia de culturas y saberes que han sabido habitar en armonía con la naturaleza durante milenios.
Versión infantil (cuento)
En la selva de Belice vivía una niña llamada Ixchel, que cada mañana escuchaba el canto de los tucanes y veía a las mariposas de colores volar entre las flores. Su abuelo le contaba historias de los mayas que construyeron ciudades en medio de la selva, y le enseñaba a usar las plantas para curar la fiebre o el dolor de estómago.
Un día, Ixchel vio que algunos árboles estaban siendo cortados y que los animales se alejaban. Entonces decidió plantar semillas, cantar con las aves y pedir ayuda a su comunidad para cuidar la selva. Así, la selva volvió a llenarse de vida, y la niña aprendió que proteger la naturaleza es también proteger las historias y la música de su pueblo.
Bibliografía (APA)
- Belize Audubon Society. (2023). Protected Areas of Belize: Biodiversity and Conservation Efforts. Belmopán: BAS.
- Instituto de Historia y Antropología de Belice. (2022). El patrimonio maya en Belice: Arqueología y memoria cultural. Belmopán: IHAB.
- WWF Mesoamérica. (2024). Selva Maya: Un corredor biocultural para Mesoamérica. Recuperado de https://www.wwf.org.mx/selva_maya/
- El País. (2025, agosto 16). México, Guatemala y Belice firman acuerdo histórico para proteger 5.7 millones de hectáreas de la Selva Maya. Recuperado de https://elpais.com/mexico/2025-08-16/